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Recomendación – El bastón y un gran encuentro
¡Hola, comunidad!
Continuamos con esta nueva sección.
La propuesta es ir conociendo algunas interesantes historias de los usuarios y usuarias de nuestra biblioteca. ¡Seguro te llevarás más de una sorpresa!
El 15 de octubre, Día del Bastón Blanco, te presentamos a Pablo Castañeda de San Luis, Argentina, quien nos cuenta su testimonio sobre el bastón, cómo fue su proceso de rehabilitación teniendo discapacidad visual, y cómo conoció Tiflolibros.
Pablo es uno de los primeros usuarios en viajar al Tiflo-encuentro, y esa experiencia literalmente le cambió la vida. Está a cargo del área de acompañamiento en el Instituto de Formación Docente Continua de San Luis, donde en conjunto con Tiflonexos creamos un Punto de Acceso a la lectura e información para personas con discapacidad visual allí. Tiene un emprendimiento con su mujer, quien también es ciega y es usuaria de Tiflolibros.
“Quedé ciego luego de un accidente, y mi vida cambió totalmente a partir de ese momento”, nos cuenta Pablo.
Entre todos los cambios que hizo, también tuvo que usar un bastón, que en ese momento él pensaba que era algo estigmatizante, una etiqueta.
“Yo no quería eso para mí, más allá de que la gente lo percibiera obviamente, pero yo negaba mi ceguera y no quería pertenecer al grupo de los ciegos, más allá de que no era opcional”, dice Pablo.
Pablo nos contó que un amigo apareció por su casa con una nota de un diario donde hablaban de una biblioteca para ciegos, Tiflolibros.
Un poco arregañadiente, dice Pablo, averiguó y empezó a conocer gente de Tiflolibros, y participó de un Tiflo-encuentro, realizado en Bariloche, en 2005.
Él no usaba bastón, lo tenía siempre plegado.
Cuando Pablo llegó a Bariloche, se sorprendió.
“En la terminal me esperaban las voluntarias que me iban a ir a buscar. Julián y Gustavo eran las voluntarias, dos barbudos ciegos totales, que me asombraron con la facilidad con que se desplazaron por lugares que ni ellos mismos conocían”.
Cuando Pablo llegó al evento, se encontró con otra sorpresa que también cambió su vida.
“Encontré 50, 60, 70 personas ciegas que reían, que eran felices. Era una verdadera jarana. yo quería eso para mí, esa gente se veía feliz y estaba feliz. Eran risas, encuentros, anécdotas más risas, y a pesar de que había gente que tenía otras dificultades, incluso además de la ceguera, entonces yo estaba lloriqueando mi propia circunstancia y ahí pude ver un poquito más allá entre comillas”, afirma Pablo.
Pablo nos contó también otra anécdota que lo movilizó mucho.
“Julián, con quien compartíamos alojamiento me dijo, vamos a salir a caminar con el bastón”, previamente, nos contó, Julián le dio una explicación de cómo se usa el bastón, y dieron una vuelta a la manzana.
Ya regresando, Julián me dice: ahora tenés que dar la vuelta vos solo, yo tomé el desafío y lo hice solo entre comillas, porque luego me enteré de que Julián venía cinco o diez metros detrás de mí, tan silencioso como pudo para que yo no advirtiera presencia por si yo me desorientaba o me caía, o lo que fuera.
Así fue como Pablo nos contó lo importante que fue esto para él, y cómo lo movilizaron estas circunstancias, a tal punto que se hizo amigo del bastón.
“llegué a casa sano y salvo orgulloso de mí mismo de haber podido sobreponerme a ese terror que le tenía al uso del bastón. El bastón se convirtió en mi amigo y desde entonces no nos hemos separado”.
Luego le pedimos a Pablo que diga un mensaje para las personas con discapacidad visual y el entorno que lo están leyendo:
“Mi historia no es importante, sí es el hecho de que pueda transmitirlo a otros a quienes puedan ayudar. Yo pensé que no había vida más allá de la ceguera, y sí, sí la hay, y se puede ser feliz, se puede ser pleno”.
Pablo nos contó también que en el Tiflo-encuentro conoció a su mujer:
“En ese Tiflo-encuentro conocía, lo que diez años más tarde se convertiría en mi mujer, la mujer que amo, y con quien soy inmensamente feliz, con quien llevamos una vida plena e independiente.
Luego pablo concluye diciendo: “realmente tiflolibros tocó mi vida de una manera increíble, que ni siquiera la gente de Tiflo a veces se imagina, y el bastón fue realmente un cambio, un cambio diametral en mi vida.
Sí que se puede de verdad, es cuestión de animarse. Da una vida absolutamente independiente. Los animo a usarlo.
Amigos feliz día del bastón blanco! y gracias de nuevo Tiflolibros!”.
Le agradecemos a Pablo Castañeda por contarnos su historia y sus experiencias!
En el Día del Bastón blanco, esperamos que la historia de Pablo sea motivación para otras personas con discapacidad visual, y el entorno vea las oportunidades que tenemos las personas con discapacidad
Nos leemos la próxima entrega, y no olvides contarnos qué te generó conocer al protagonista de hoy.
¡Saludos Área Comunidad!